En Trinosa sabemos que la calidad de una vivienda también se decide en cómo se relacionan sus estancias. Optar por cocina abierta o cocina cerrada influye en la luz, en el ruido percibido, en el orden visual y en la forma de usar la zona de día. Aquí te explicamos qué aporta cada solución y cómo, si el proyecto lo permite, puedes elegirla a través de Trinosa+.

Qué entendemos por cocina abierta y por cocina cerrada

  • Cocina abierta La cocina comparte espacio con la sala de estar–comedor. Se prioriza la continuidad y una percepción más amplia del conjunto.
  • Cocina cerrada La cocina se delimita con cerramientos y puerta (abatible o corredera). Se busca independencia entre ámbitos.

Ventajas de una cocina abierta

Amplitud y luz

La ausencia de tabiques favorece la entrada y reparto de luz, y el espacio se percibe más amplio.

Relación entre zonas

Las actividades de la zona de día se conectan con naturalidad: cocinar, conversar o atender se concentran en un mismo ámbito.

Mobiliario integrado

Islas, penínsulas y frentes continuos ayudan a mantener el orden del espacio.

Ventajas de una cocina cerrada

Independencia de usos

La actividad de cocina no interfiere en la sala de estar–comedor; olores y ruido quedan más contenidos.

Control del mantenimiento

La limpieza se concentra en un ámbito concreto, lo que facilita tareas y protege acabados de la zona de día.

Privacidad

Permite su uso sin exponerla al resto de la vivienda.

Soluciones intermedias

En muchas viviendas interesa poder abrir o cerrar según el momento. Los cierres correderos o los paños de vidrio permiten sumar continuidad cuando conviene y ganar independencia cuando hace falta, sin recargar el conjunto.

Trinosa+: elegir cuando es posible

Cuando la tipología y la normativa lo permiten, habilitamos la elección mediante Trinosa+ con variantes predefinidas y coordinadas con el resto de la vivienda:

El proceso está coordinado desde obra para ejecutar con garantías, plazos y calidad.