Cómo crear un jardín sostenible

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Imagen donde se ve una casa con un jardín y un camino de piedra entre plantas. La casa está en el lado izquierdo de la foto y en el centro y el lado derecho el camino y las plantas.

Cómo crear un jardín sostenible

Crear un jardín sostenible es mucho más que cultivar plantas. Es un compromiso con el medio ambiente y con nosotros mismos. A través de prácticas sostenibles, no solo embellecemos nuestro entorno, sino que también contribuimos a la salud del planeta.

Este artículo te guiará en el diseño de un jardín que sea tanto hermoso como benéfico para la naturaleza.

Entonces, lo primero es lo primero, aclaremos…

¿Qué es un Jardín Sostenible?

Un jardín sostenible utiliza técnicas que apoyan el ciclo natural de la vida, ayudando a mantener la salud del suelo, conservar el agua y proteger la vida silvestre. Se diseña con el objetivo de minimizar el impacto ambiental y maximizar la biodiversidad. Esto implica el uso de técnicas que respetan los ciclos naturales, apoyando la salud del suelo, el ahorro de agua y la protección de la vida silvestre.

En un jardín sostenible, cada elemento, desde las plantas hasta los materiales de decoración, se elige pensando en su eficiencia, funcionalidad y armonía con el ecosistema local.

Planificación y diseño de tu jardín sostenible.

Elección del sitio y diseño permacultural.

Bueno, quizás primero os aclaramos qué significa el adjetivo permacultural. La permacultura es un enfoque de la jardinería y la agricultura que intenta imitar cómo funciona la naturaleza. La idea es trabajar junto con el medio ambiente para crear jardines y espacios que se cuiden casi solos y sean buenos tanto para la tierra como para las personas.

Se trata de ser inteligentes al usar recursos, reciclar todo lo que podamos y planear de manera que reduzcamos el esfuerzo y aumentemos los beneficios naturales.

Por ello la ubicación de tu jardín sostenible es clave. Selecciona un lugar que reciba la cantidad adecuada de sol y sombra según las plantas que desees cultivar. Utiliza los principios de la permacultura para diseñar un jardín que trabaje con la naturaleza, reduciendo la necesidad de intervención humana y maximizando la eficiencia energética.

En un jardín hay un montón de hojas secas junto al montón hay un rastrillo en el suelo y una pala clavada en la tierra. Al fondo se ve difuminado el césped y dos vallas naturales de setos a cada lado del jardín.

Escoge plantas nativas.

Optar por especies nativas es vital. Estas plantas están adaptadas al clima y suelo locales, requieren menos agua y mantenimiento, y proporcionan hábitat para la fauna local, fortaleciendo el ecosistema de tu jardín.

El suelo y compostaje.

El suelo saludable es la base de cualquier jardín sostenible. Utiliza compost hecho en casa para enriquecer el suelo sin químicos. Esto mejora la estructura del suelo y proporciona nutrientes esenciales de manera natural.

Uso responsable del agua.

En la actualidad vivimos en un mundo donde el agua, pese a ser un recurso esencial, es cada vez más escasa en muchas regiones. La sobreexplotación de acuíferos, el cambio climático y el aumento de la población han llevado a una disminución significativa en la disponibilidad de agua dulce. Esta situación hace imprescindible adoptar prácticas de jardinería que maximicen la eficiencia en el uso del agua.

Para poner nuestro granito de arena en esta problemática global podemos implementar en nuestros jardines sistemas de riego que minimicen el desperdicio. El riego por goteo, por ejemplo, entrega agua directamente a la base de las plantas, reduciendo la evaporación y el escurrimiento. Además, puedes utilizar la técnica del mulching o acolchado alrededor de las plantas que ayuda a retener la humedad en el suelo, disminuyendo la necesidad de riego frecuente.

En esta imagen se ven varios elementos que forman el mulching como hojas secas y otros.

El uso de la técnica mulch o acolchado es una técnica muy beneficiosa en la jardinería sostenible. Consiste en cubrir el suelo alrededor de las plantas con materiales orgánicos como hojas secas, paja, corteza de árbol, o incluso compost. Este recubrimiento ayuda a mantener la humedad del suelo, reduciendo la necesidad de riego frecuente y protegiendo las raíces de las plantas de las temperaturas extremas.

Además, a medida que el mulch se descompone, enriquece el suelo con nutrientes esenciales, mejorando su estructura y fomentando la actividad de organismos beneficiosos como lombrices y microorganismos. Implementar el acolchado en tu jardín no solo te ayudará a conservar agua, sino que también promoverá un suelo más sano y, por ende, plantas más robustas y saludables.

Otra estrategia eficaz que podemos llevar a cabo es la recolección de agua de lluvia mediante sistemas de barriles o cisternas. Esta agua puede ser utilizada durante los períodos más secos, reduciendo la dependencia del suministro municipal y disminuyendo nuestro impacto ambiental.

Integrar estas prácticas no solo ayuda a tu jardín a prosperar, sino que también contribuye a la conservación de un recurso vital para la vida en el planeta.

Tratamientos naturales y reducción del uso de pesticidas

En línea con los principios de la jardinería sostenible, es crucial minimizar o eliminar el uso de pesticidas químicos, que pueden ser dañinos para el medio ambiente y para la salud de quienes disfrutan del jardín. En lugar de recurrir a soluciones químicas, podemos optar por tratamientos naturales que protejan nuestras plantas sin comprometer la integridad del ecosistema.

Los pesticidas convencionales no solo matan las plagas objetivo, sino que también pueden afectar negativamente a las especies beneficiosas como los polinizadores y los depredadores naturales de las plagas. Además, estos químicos pueden contaminar el suelo, el agua subterránea y superficies de agua cercanas, lo que lleva a un impacto ambiental a largo plazo.

Hay varias estrategias que podemos implementar para proteger nuestras plantas de manera natural. Una opción es fomentar la presencia de insectos beneficiosos, como las mariquitas y las avispas parasitarias, que ayudan a controlar las poblaciones de plagas. Otras prácticas incluyen el uso de barreras físicas, como redes o mallas, y la aplicación de preparados caseros a base de ingredientes como el ajo, el chile o el jabón de potasio, que pueden repeler a los insectos sin dañar el jardín ni el ambiente.

También podemos optar por insecticidas y fungicidas ecológicos, elaborados con ingredientes naturales que son seguros y permitidos incluso en la agricultura ecológica. Estos productos no son nocivos para el medio ambiente ni para la salud, ofreciendo una alternativa respetuosa y efectiva para cuidar nuestras plantas. Puedes acercarte a tu tienda de confianza y que te asesoren al respecto.

Imagen donde se ve una terraza entre plantas. La terraza tiene un techado de madera en color claro, una sombrilla con pie blanco, mesa y sillas.

Decoración y muebles ecológicos

Es importante recordar que el mobiliario y los accesorios de jardín también juegan un papel crucial en la creación de un espacio ecológico. A menudo, estos elementos se pasan por alto, pero elegir opciones sostenibles para muebles y decoraciones es esencial para mantener la coherencia en nuestro compromiso con el medio ambiente.

Muebles y decoración sostenible

Elige muebles de jardín hechos de materiales reciclados o sostenibles. Busca opciones que no solo sean duraderas sino también fabricadas bajo prácticas justas y ecológicas.

Reciclaje y reutilización de recursos

Sé creativo con los materiales que reintroduces en tu jardín. Los objetos antiguos pueden transformarse en encantadores tiestos, y los materiales de desecho pueden convertirse en arte decorativo único.

Optar por materiales reciclados, de origen local o fabricados de manera sostenible no solo añade belleza y funcionalidad a nuestro jardín, sino que también refuerza nuestro compromiso con la sostenibilidad.

Por todo ello empezar un jardín sostenible es una forma poderosa de conectar con la naturaleza y hacer una contribución positiva. Con los pasos y prácticas descritos, puedes transformar cualquier espacio exterior en un refugio sostenible que te ofrecerá belleza y tranquilidad, al tiempo que cuidas de los tuyos y por qué no, del planeta también.