¿Cómo evolucionará el euríbor en 2024?
En el panorama financiero actual el euríbor ha sido protagonista de una trayectoria ascendente durante casi dos años, marcando un ciclo al alza en las tasas de interés. Sin embargo, los análisis de los expertos indican que este índice hipotecario puede haber alcanzado su punto máximo, anticipando un cambio de tendencia que se espera se materialice a lo largo del año 2024.
Esta posible evolución no solo refleja la dinámica en el medio plazo del euríbor, sino que también genera expectativas sobre cómo influirá en las condiciones hipotecarias para las familias. Examinemos más de cerca este cambio de escenario y las proyecciones que marca el horizonte económico en relación con este índice clave.
¿Qué ha sucedido en los últimos meses con el euríbor?
Después de casi dos años de incrementos continuos el euríbor ha alcanzado finalmente su punto máximo en el actual ciclo alcista de tasas de interés. Con la referencia en niveles máximos desde 2008, el mercado ya anticipa su trayectoria descendente, y los expertos confirman que el año 2024 marcará el cambio de tendencia para este índice hipotecario. No obstante, se prevé que la moderación en las tasas hipotecarias será gradual, y las primeras revisiones a la baja no serán perceptibles para las familias hasta la primavera.
La pregunta central es cómo evolucionará el euríbor en 2024 y hasta qué punto experimentará un posible descenso. Después de un período de volatilidad debido a la incertidumbre en torno a las decisiones de los bancos centrales, ahora todo apunta hacia un escenario de euríbor a la baja después de que tanto el Banco Central Europeo como la Reserva Federal anunciaran la pasada semana sus intenciones con respecto a los tipos de interés oficiales del dinero.
El Banco Central Europeo.
La semana pasada el Banco Central Europeo (BCE) optó por mantener sin cambios los tipos de interés, proyectando un posible recorte para el año 2024 en respuesta a la significativa disminución de la inflación, según sus propias previsiones.
En la reunión de diciembre, celebrada en su sede de Frankfurt, el instituto monetario ha decidido no realizar modificaciones en los tres tipos de interés de referencia. Este acontecimiento marca el segundo encuentro consecutivo en el que el BCE decide no alterar su posición, desde que inició la serie de incrementos en julio de 2022, elevando el costo del dinero en 10 reuniones sucesivas.
Con este paréntesis la tasa sobre la tasa de depósito, utilizada por los bancos comerciales para acumular reservas, se mantiene en el 4%. Simultáneamente, el tipo de refinanciación permanece en el 4,5%, alcanzando niveles máximos desde 2001, y la tasa de la facilidad marginal de depósito se mantiene en el 4,75%. Además, el BCE ha anunciado su intención de iniciar la reducción del PEPP (Programa de Compras de la Pandemia) en la segunda mitad de 2024, lo que ha dejado una sensación de cautela en el mensaje transmitido.
La Reserva Federal de Estados Unidos (FED).
Por su parte la FED reunida también la pasada semana anunció una nueva pausa en el aumento de las tasas de interés, marcando el tercer alto consecutivo después de las 11 alzas realizadas desde marzo del año pasado. Sin embargo, no descartó la posibilidad de retomar las subidas si la situación lo requiere.
Optó por mantener los tipos de interés en el rango de entre el 5,25% y el 5,5%, y subrayó que su Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) continuará evaluando información económica adicional para «determinar el alcance de un endurecimiento adicional de la política».
Con esta decisión, el banco central estadounidense mantiene el precio oficial del dinero en niveles máximos de los últimos 22 años. Esta determinación sigue a la publicación de datos que indican que la inflación interanual disminuyó al 3,1% en noviembre, considerablemente por debajo del máximo registrado a principios de año, el 6,4% de enero, y especialmente del punto más álgido de la crisis de precios en junio de 2022, cuando alcanzó el 9,1%.
La inflación.
Aunque todos sabemos que intentar predecir con certeza la evolución del euríbor es muy difícil debido a la cantidad de variables que pueden influir, la mayoría de las instituciones económicas y los informes realizados por ellas reflejan que en este próximo año 2024 dependerá de la evolución de la inflación.
La mayoría de los analistas anticipan que la inflación general se situará en un promedio del 5,4% en 2023, el 2,7% en 2024, el 2,1% en 2025 y el 1,9% en 2026. Según indica el comunicado del BCE, esto representa una revisión a la baja en comparación con las proyecciones de septiembre, especialmente para los años 2023 y 2024. Las proyecciones anteriores sugerían un 5,6% de inflación en 2023, un 3,2% en 2024 y un 2,1% en 2025. Este ajuste implica una disminución de dos y cinco décimas, respectivamente, en 2023 y 2024 con respecto a las estimaciones anteriores, según la actualización de previsiones publicada durante la pasada semana.
Pero todo quedará condicionado a la evolución real de la inflación. EL BCE no modificará los tipos hasta que se confirme esta tendencia a la baja en la inflación, siendo este el factor que guiará su actuación por encima de la evolución de la situación económica.
¿Lo notaré en mi hipoteca?
Pues todo parece indicar que, si se logra mantener la inflación bajo control, el euríbor experimentará un descenso. Pero como ya hemos explicado en alguna ocasión, esto no implica necesariamente que las cuotas mensuales de nuestra hipoteca comiencen a disminuir en las próximas revisiones. Las hipotecas a tipo variable suelen ajustarse cada seis o doce meses, por lo que para que veamos que nuestra cuota hipotecaria mensual se reduce, el euríbor deberá descender por debajo del nivel alcanzado en el mismo mes del año anterior.
Y como durante los primeros meses de 2024 todo hace indicar que no habrá una caída de los precios oficiales del dinero, todos aquellos que tengan su revisión durante los mismos no verán que su cuota disminuye. Si se cumplieran las previsiones y partir de la primavera el precio oficial del dinero empezara a disminuir, aquellos hipotecados que a partir de abril de 2023 vieron como el euríbor se acercaba al 4%, en abril de 2024 podrían beneficiarse de los primeros descensos del euríbor.