¿Cómo limpiar tu casa en invierno?
Estamos empezando el año y la estación invernal está en su pleno apogeo. Es un momento idóneo para realizar una buena limpieza en casa.
¿Por qué? Primero, el año nuevo es la época de los propósitos, de empezar nuevas aventuras y afrontar nuevos retos. Nos sentimos vigorizados después de disfrutar unos días de descanso y estar con la familia. Y segundo, durante el invierno salimos mucho menos de casa, y por tanto pasamos mucho más tiempo en nuestra vivienda.
Por todo ello es un momento idóneo para limpiar y ordenar nuestra casa.
Te vamos a dar unos consejos para limpiar tu vivienda, cómo ordenarla y aprovechar a recoger todo aquello que ya no vamos a utilizar para donarlo o entregarlo a aquellos que puedan hacer un buen uso de ello. O simplemente reciclarlo.
Limpieza de zonas exteriores: terrazas, patios…
En invierno vamos a utilizar estas estancias mucho menos que en verano, pero aun así debemos tenerlas limpias y ordenadas para evitar posibles atascos en los desagües.
Recuerda tener tus terrazas, patios y el resto de las zonas exteriores limpias y barridas. Así evitaras que entre más suciedad del exterior.
Si tienes toldos, aprovecha también a limpiarlos y a recogerlos para que no se rompan.
Si tienes muebles de exterior, recuerda limpiarlos también. Si son de madera puedes hidratarlos con algún aceite que se adeque al tipo de madera. Y te recomendamos que los protejas con algún tipo de envoltorio para evitar que se deteriore.
Limpieza de ventanas y persianas.
Con la llegada del otoño y el frío llegan las lluvias y la humedad durante las últimas y las primeras horas del día.
Limpia a fondo ventanas y persianas para que el polvo acumulado en ellas no se convierta en barro. Puedes llevar a cabo la limpieza con una bayeta y agua y un jabón neutro tanto si son de madera como si son de PVC o aluminio. No te recomendamos una máquina a presión ya que la fuerza del agua acabará dañando los materiales.
Limpieza de paredes.
La limpieza de paredes es una limpieza que suele pasar desapercibida en muchas casas. En los meses de veranos con las ventanas abiertas el polvo entra fácilmente en nuestra vivienda, acumulándose en las estancias, objetos y por supuestoen las paredes.
La forma más fácil de hacerlo es pasando un trapo completamente limpio y seco por la superficie de la pared.
La limpieza de alfombras.
Las alfombras con la entrada del otoño y antes de que entre el invierno en la mayoría de las casas vuelven a hacer su aparición. Por sus dimensiones y características no son fáciles de limpiar, y suelen acumular mucho polvo y ácaros.
En este caso tenemos dos opciones. O las llevamos a un servicio especializado de limpieza para alfombras, lo que es muy recomendable. O bien optamos por hacerlo nosotros mismos.
En caso de que te lo haga un servicio especializado, lo idóneo es que cuando el invierno anterior se acabe y entre la primavera las lleves a limpiar. Así cuando tengas que volver a ponerlas ya las tendrás limpias e higienizadas.
Si tienes que hacerlo tú. Recuerda limpiarlas cuando las recoges y cuando las vuelvas a poner. Puedes hacerlo con vapor si dispones de una máquina de este tipo. Esto te ayudará a eliminar las bacterias, los ácaros del polvo y otros posibles parásitos.
Y mientras las estés utilizando, recuerda los siguientes consejos para limpiarlas:
- Siempre es mejor aspirar que barrer. Barriéndola no vas a conseguir eliminar la mayor parte de la suciedad y puedes dañar los tejidos. Aspírala entre una y tres veces a la semana. Y utiliza la máquina de vapor si dispones de ella.
- Si cae algún tipo de líquido o suciedad, límpiala enseguida. No dejes que el líquido o lo que se haya derramado permanezca. Busca el producto específico para limpiar ese tipo de mancha. Recuerda: prueba primero sobre una pequeña superficie de la alfombra para ver si el producto que estás utilizando puede dañar la alfombra.
- Si la alfombra te cabe en la lavadora, recuerda seguir las instrucciones que hay en la etiqueta de lavado de cada una de las alfombras. Cuando hayas acabado de lavarla, asegúrate antes de usarlas que estén bien secas.
Ropa de invierno para la casa: edredones, juegos de camas, mantas…
Al igual que con las alfombras siempre te recomendamos que cuando recojas la ropa de invierno hagas una buena limpieza de todo lo que vas a recoger y lo almacenes.
Antes de almacenar toda esta ropa a la espera de que el otoño y el invierno vuelvan a llegar, recuerda que esté completamente seca, para que no aparezcan humedades. Y almacénala en un lugar limpio y seco.
Limpiar edredones y mantas, y otra ropa de cama.
Para la limpieza de edredones y mantas, puedes llevarlos a la tintorería o si te caben en la lavadora y sus características textiles lo permiten puedes lavarlas en casa.
En caso de que lo hagas en casa revisa bien las etiquetas para ver qué programa has de utilizar. Recuerda usar un jabón adecuado.
Para las sábanas y otra ropa de cama sigue los mismos consejos.
Cortinas.
La gran mayoría de cortinas suelen acumular mucho polvo por su proximidad a puertas y ventanas. Te recomendamos lavarlas a fondo diversas veces mientras las estés usando. Las altas temperaturas son idóneas para estás ya que eliminan mejor la suciedad acumulada y los ácaros. Eso sí, recuerda leer las indicaciones de las etiquetas.
Es importante que cuando las cuelgues hayas ya realizado la limpieza de la habitación o lugar donde se encuentren. Así evitarás que la suciedad que estás limpiando se deposite sobre ellas justo cuando las acabas de lavar.
Orden.
Guarda toda la ropa que no vas a utilizar en esta estación en cajas de plástico transparente. Además de proteger mucho más tu ropa de casa, al ser transparente podrás ver qué hay en cada una de ellas, y si necesitas algo puntualmente podrás ver claramente en qué caja está almacenado lo que necesitas.
Aprovecha los cambios de estación para poner un poco de orden a toda tu ropa y enseres de la casa.
Antes de guardar toda la ropa y utensilios de la estación que nos deja revisa aquello que realmente has utilizado. Si tienes ropa que hace tiempo que no usas, no tiene sentido que la guardes para cuando llegue de nuevo su estación.
Aprovecha para regalarla, donarla o si realmente no se le puede dar uso, para reciclarla.