Construcción de viviendas y edificios sostenibles

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Vista de un edificio sostenible desde el aire. Se puede observar que toda la parte de las diferentes azoteas contienen jardines con diversa flora.

Construcción de viviendas y edificios sostenibles

La construcción de viviendas y edificios tiene un importante impacto medioambiental. Se ha calculado que genera cerca del 39% del CO2 que se emite, el 30% de los residuos sólidos y el 20% de la contaminación de las aguas.

Por ello es importante que las viviendas estén construidas con criterios de sostenibilidad, el uso de materiales ecológicos y fuentes de energías renovables, que aseguran el respeto por el medio ambiente y logran un menor consumo energético. Así como la implementación de sistemas de gestión de los residuos.

Para lograrlo los actores económicos, entre ellos los promotores inmobiliarios, y sociales, deben apostar para que este tipo de construcción sostenible sea una realidad en las nuevas edificaciones y en la rehabilitación de viviendas y edificios.

¿Qué beneficios hay en aplicar criterios de sostenibilidad a la construcción de vivienda

La implementación de prácticas sostenibles en la construcción de viviendas y edificios no solo es una responsabilidad ambiental, sino también una inversión en comunidades más saludables y resilientes. Utilizar materiales sostenibles y técnicas de construcción eficientes no solo reduce la huella de carbono y el agotamiento de recursos, sino que también conlleva beneficios directos para los residentes y la calidad de vida urbana.

La elección de materiales ecológicos no solo disminuye la emisión de gases de efecto invernadero, sino que también mejora la calidad del aire interior, proporcionando ambientes más saludables para los ocupantes. La eficiencia energética, lograda a través de diseños bioclimáticos y sistemas de energía renovable, no solo reduce los costos a largo plazo, sino que también contribuye a la mitigación del cambio climático.

La introducción de espacios verdes, como jardines verticales y azoteas verdes, no solo embellece el entorno urbano, sino que también actúa como pulmones verdes, filtrando contaminantes y proporcionando áreas de esparcimiento. Además, la gestión adecuada de residuos y la adopción de tecnologías inteligentes no solo reducen la generación de desechos y mejoran la eficiencia, sino que también fomentan una mayor resiliencia frente a desafíos ambientales.

¿Cuáles son las características de las construcciones sostenibles?

En la construcción de una vivienda, se consume una gran cantidad de recursos naturales. Además, una vez construida sigue contaminando debido a las emisiones que produce como consecuencia del consumo de la energía y agua necesarias para su funcionamiento.

Para minimizar el impacto en la construcción hay soluciones que permiten minimizar los efectos de los materiales sobre el medioambiente.

Algunas soluciones que ya se están adoptando son:

  • Ocupar la parcela destinada a la construcción manteniendo el terreno natural, evitando en la medida de lo posible pavimentar, favorecer el drenaje y minimizar la recogida de aguas.
  • Tener en cuenta el entorno y la orientación del lugar en que se va a construir. Cada vez se utiliza más el estudio geológico y geotérmico de la parcela.
  • Utilizar materiales de proximidad y naturales. Evitando así transportes de larga distancia. A la vez que se potencia el uso de materiales naturales como gres, madera, piedra, etc. O el uso de madera procedente de bosques con certificación.
  • Por último, el reciclado de los residuos que han sido generados durante la construcción.

Vista de un edificio sostenible de sinuosas formas con plantas en todos sus balcones.

¿Cómo es un edificio sostenible?

Algunas de las principales características que debe de reunir una vivienda sostenible son:

  1. Uso de material reciclado: se usan todo tipo de materiales reciclados.
  2. Reducción del consumo del agua. Se pueden llegar a consumir 130 litros cada día por habitante. Por ello es esencial planificar un uso sostenible del agua, por ejemplo, mediante el uso de cisternas de doble descarga, griferías con aireadores y recogida de aguas pluviales mediante el debido tratamiento para riego.
  3. Uso de materiales con bajo impacto medioambiental y evitar el uso de materiales nocivos. Por ejemplo, mediante la utilización de aislamientos de lana de roca, parqués laminados y pinturas con baja emisión de formaldehidos.
  4. El uso de pinturas, imprimaciones, moquetas, adhesivos aislantes y maderas sin Compuestos Orgánicos Volátiles (COV).
  5. El uso de bombas de calor aire-agua mediante aerotermia.
  6. El uso de la domótica que permite implementar un mejor sistema uso de las instalaciones.
  7. Uso de placas fotovoltaicas para el consumo de la iluminación.
  8. Aprovechamiento de la luz natural para lograr una reducción en el consumo de electricidad y de calefacción.

Y ahora la pregunta que probablemente la mayoría de vosotros os estéis haciendo…

¿Cuesta más construir una vivienda sostenible?

Sí. Todavía sigue siendo más caro construir una vivienda sostenible que la misma vivienda sin serlo.

Es más caro el coste inicial al que deberemos hacer frente, pero los estudios demuestran que esta diferencia en el coste inicial puede quedar amortizada en un plazo de 5 a 15 años, debido al ahorro que las viviendas sostenibles generan. Tanto en el consumo de agua, gas, calefacción y en el propio mantenimiento.

El objetivo final es lograr que entre todos los agentes implicados podamos conseguir espacios más respetuosos con el medio que nos envuelve, con nosotros y nuestra salud.

Conclusión

La sostenibilidad en la construcción no solo es un imperativo ambiental, sino una inversión estratégica en el bienestar de la sociedad y en nosotros como individuos. Desde la mejora de la salud de los residentes hasta la preservación de recursos naturales, la adopción de prácticas sostenibles modela un futuro donde la arquitectura no solo es estéticamente atractiva, sino también un pilar fundamental para un entorno urbano armonioso y equilibrado.