Evolución de la inflación en agosto
Inflación en la Eurozona
Las autoridades de la Eurozona han estado siguiendo de cerca la tasa de inflación, que ha frenado su desaceleración y se mantuvo en un 5,3% en tasa interanual en este mes de agosto que acabamos de dejar atrás.
En este artículo profundizaremos en los factores que contribuyen a este inesperado aumento de la inflación, las posibles implicaciones para la Eurozona y lo que el Banco Central Europeo (BCE) puede hacer para abordar este problema. Además, revisaremos el último dato de inflación publicado en España recientemente y cómo nos afecta.
Comprendiendo la inflación en la Eurozona
Para comprender la situación actual, es esencial aclarar los conceptos básicos de la inflación.
La inflación es el aumento sostenido y generalizado de los precios de los bienes y servicios en una economía durante un período de tiempo. Por lo general, se mide anualmente en forma de porcentaje.
Es un indicador crítico porque afecta directamente al poder adquisitivo de las personas y al costo de vida. Cuando la inflación es alta, el dinero que tenemos en el bolsillo no vale tanto como solía ser, lo que generalmente dificulta el ahorro y la planificación financiera de las familias.
En la Eurozona, la inflación viene siendo motivo de preocupación durante bastante tiempo. Si bien una inflación moderada se considera saludable para una economía, una inflación extremadamente alta o impredecible puede llevar a la inestabilidad económica.
Uno de los objetivos principales del Banco Central Europeo es mantener la estabilidad de precios, con el objetivo de tener una tasa de inflación de alrededor del 2%. El reciente aumento de la inflación ha generado preocupación y ha llevado al BCE a tomar medidas cómo las continuas alzas de tipos de interés que ya hemos comentado con anterioridad.
Factores que contribuyen al aumento de la Inflación
Varios factores han contribuido al aumento inesperado de la inflación en la Eurozona. Es importante destacar estos elementos para comprender mejor la situación.
Políticas monetarias y fiscales
Uno de los factores que ha contribuido a la creciente inflación en la Eurozona es la interacción entre las políticas monetarias y fiscales.
Las políticas fiscales expansivas, como el aumento del gasto público, han inyectado una gran cantidad de dinero en la economía. Esto, combinado con las políticas monetarias más flexibles implementadas por el BCE, ha generado un exceso de liquidez en los mercados financieros.
Alza en los precios de la energía y los alimentos
Otro factor clave es el aumento en los precios de la energía y los alimentos. La Eurozona ha experimentado un aumento en los costos de la energía debido a la volatilidad en los mercados internacionales del petróleo y el gas.
Además, los efectos de los contrastes climáticos que se están viviendo en el planeta y la interrupción de la cadena de suministro global han afectado la disponibilidad y los precios de los alimentos.
Desafíos en la cadena de suministro
La Eurozona todavía está haciendo frente a los significativos desafíos en su cadena de suministro debido a la pandemia de COVID-19.
La interrupción de las cadenas de producción y distribución ha llevado a escasez de ciertos productos y un aumento en los precios. Esto ha afectado a diversos sectores, desde la electrónica hasta nuestro sector, la construcción.
Presiones salariales
Otro aspecto que considerar son las presiones salariales. A medida que la economía se recupera, los trabajadores han buscado aumentos salariales para hacer frente al aumento de los precios.
Esto ha llevado a una espiral inflacionaria, ya que muchas empresas han tenido trasladar estos aumentos de costos a los precios de los productos y servicios.
Implicaciones para la Eurozona
Por lo tanto, este persistente aumento de la inflación en la Eurozona plantea varias preocupaciones. En primer lugar, puede erosionar el poder adquisitivo de los ciudadanos, lo que afectaría negativamente su calidad de vida.
Y segundo, la elevada inflación puede desencadenar una mayor volatilidad en los mercados financieros y socavar la estabilidad económica en general.
Posibles acciones del BCE
Ante esta situación, el Banco Central Europeo (BCE) se enfrenta a un dilema.
Por un lado, tiene la responsabilidad de mantener la estabilidad de precios, pero, por otro lado, también debe apoyar la recuperación económica.
El BCE podría considerar varias medidas para abordar la inflación:
- Aumento de las tasas de interés: una opción sería seguir aumentando las tasas de interés para reducir la liquidez en la economía y frenar la inflación. Sin embargo, esto podría afectar negativamente el crecimiento económico.
- Comunicación clara: el BCE podría utilizar su comunicación para influir en las expectativas de inflación, lo que podría ayudar a anclar las expectativas de los agentes económicos.
- Supervisión de precios: supervisar de cerca los precios de la energía y los alimentos y tomar medidas para mitigar la volatilidad en estos mercados, como ha hecho recientemente.
- Estímulo fiscal: trabajar en coordinación con los gobiernos de la Eurozona para ajustar las políticas fiscales y monetarias de manera que se equilibre la estabilidad de precios y el crecimiento económico.
Inflación en España en el mes de agosto
El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó recientemente el dato adelantado sobre la inflación del que habrá que esperar hasta el 12 de septiembre para su confirmación.
Según estos datos, durante el mes de agosto se elevó la inflación por segundo mes consecutivo. El Índice de Precios de Consumo (IPC) avanzó tres décimas con respecto a julio para situarse en el 2,6% interanual. Mientras que la tasa anual del indicador adelantado de la inflación subyacente, la que no incluye los precios de la energía ni de los alimentos no procesados para evitar volatilidades coyunturales, disminuye una décima, hasta el 6,1%.
Recordad que durante el pasado mes de junio la inflación se situó en el 1,9%. Aunque en gran medida esta caída se producía por el “efecto escalón”, ya que en 2022 la inflación había estado creciendo a tasas más elevadas. Y en julio el IPC avanzó cuatro décimas en tasa interanual, hasta el 2,3%.
Para comprender por qué la inflación avanzó en agosto, es importante analizar los factores de fondo. Uno de los principales impulsores fue el incremento de los precios de la energía y los alimentos.
Los costos energéticos han experimentado un alza significativa, impulsados por la subida de los precios del petróleo y el gas natural en los mercados internacionales.
Esto se traduce en un encarecimiento de la gasolina, la electricidad y el gas, lo que impacta directamente en los bolsillos de los consumidores y las empresas.
Por otro lado, los alimentos también contribuyeron al aumento de la inflación. La subida de los precios de productos básicos como la carne, los cereales y los lácteos ha afectado a la cesta de la compra de los españoles.
La escasez de ciertos productos y los problemas en la cadena de suministro global han ejercido presión sobre los precios.
La Inflación Subyacente se Modera
A pesar del aumento general de la inflación, la inflación subyacente se moderó levemente al 6,1%, frente al 6,2% del mes de julio.
Esta moderación podría indicar una mayor estabilidad en los precios fundamentales de la economía y que la inflación general podría estar influenciada por factores temporales y externos, lo que plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de este aumento.
Conclusión
En resumen, podríamos asumir que la inesperada detención de la desaceleración de la inflación en la Eurozona plantea desafíos significativos para la región. La evolución de la inflación en los próximos meses será crucial para determinar la dirección de las políticas económicas en la Eurozona y su impacto en la vida de los ciudadanos.
Ya que como ciudadanos la creciente inflación nos afecta económicamente en nuestra calidad de vida. Y como consumidores nos vemos afectados por el encarecimiento de los productos básicos y los servicios esenciales.